lunes, 24 de noviembre de 2008

humano demasiado humano

Existe una incertidumbre existencial que se nutre cotidianamente con nuestros fracasos. Entonces, encaminado hacia un futuro indeciso, me encontré con un proyecto que no podía fracasar. No podía fracasar pues no encuentra paradigmas que lo encasillen, ni pies ni cabeza, comienzo o fin. Así es más fácil explicar un desencanto artístico existencial, llevando el acertijo a sus raíces. Y si sigo mezclando palabras cargadas engañaré a algunos cuantos, de eso estoy seguro. No hay estructura ni academia. No hay razón más que su misma existencia. Ni ideales ni cuentos, solo expresión desenfrenada. Lo que es, es. Un día pensé que quizás podía ser artista, pero más que fracasado, flojo pues. Y me fundamento con este argumento: No necesito saber de arte pues no necesito que me expliquen que existo y no necesito obras para saber que puedo crearlas.

No hay comentarios: